Antes de su incursión en la contienda electoral, Delgadillo supuestamente exhibía un estilo de vida lujoso, evidenciado por prendas de vestir que alcanzaban precios exorbitantes, llegando hasta los 80,000 pesos. Sin embargo, ahora se la ve ataviada en un conjunto mucho más sencillo, con mezclilla rota, blusa blanca y chalequito guinda, aparentemente para alejarse de la percepción de opulencia que podría ser perjudicial en su campaña.
Los críticos no han tardado en señalar este cambio como un acto de simulación, argumentando que su aparente austeridad durante la campaña contrasta fuertemente con su estilo de vida previo. Se ha hecho hincapié en el hecho de que Delgadillo fue señalada anteriormente por deber una suma considerable en impuestos prediales de una residencia lujosa en Puerta de Hierro, un asunto que no ha abordado en su declaración patrimonial ni durante su campaña.
Además de las acusaciones sobre sus impuestos, se ha mencionado que Delgadillo posee prendas de vestir de marcas reconocidas, como Chanel, con un valor aproximado de 85,000 pesos, así como relojes Cartier que superan los 180,000 pesos. Sin embargo, parece haber optado por no exhibir estas prendas durante su campaña, en un intento de proyectar una imagen más modesta y conectada con las preocupaciones de la ciudadanía.
La reacción de Delgadillo ante estas acusaciones ha sido mantenerse en silencio, sin ofrecer una respuesta pública a las críticas. Sin embargo, su falta de reacción no ha impedido que estos señalamientos afecten su posición en las encuestas. A pesar de ser una figura prominente dentro de Morena y contar con una trayectoria política destacada como diputada federal con licencia, su candidatura no ha logrado ganar impulso frente a su rival, Pablo Lemus, en la contienda por la gubernatura de Jalisco.
En un contexto político cada vez más exigente, donde la transparencia y la autenticidad son cualidades valoradas por los electores, las acusaciones de simulación pueden tener un impacto significativo en la percepción pública de un candidato. En el caso de Claudia Delgadillo, el contraste entre su estilo de vida previo y su apariencia actual durante la campaña plantea interrogantes sobre la coherencia entre sus acciones y sus principios políticos.
**Disclaimer:** Este artículo está basado en información disponible públicamente y no pretende tomar partido ni emitir juicios definitivos sobre la conducta de los individuos mencionados.